Al igual que el Centro Pompidou y muchos otros edificios diseñados por el estudio fundado por Richard Rogers, las cuatro torres cuentan con sistemas externos de refuerzo que forman un somier de acero a través de las fachadas. Estos soportes llevan el peso de la estructura, evitando la necesidad de muros de carga en el interior. Gracias a esto, las paredes internas no estructurales, permiten abrir el espacio de suelo a techo mucho más alto que en un apartamento convencional. Eso conlleva ha maximizar la luz natural y las vistas.
El conjunto está inspirado en el antiguo carácter industrial de la zona. Su estructura de acero también pretende ser un guiño a ese pasado, que fue una vez el hogar de una central eléctrica de fuel (ahora Tate Modern).
Fuente: rsh-p.com