Esta obra se sitúa en Bergen op Zoom, una localidad de 65.000 habitantes situada en el suroeste de los Países Bajos. Debido a su posición colindante con la frontera belga, esta ciudad se convirtió en una zona de paso durante las Guerras de Flandes y la Guerra de la Sucesión Austriaca. Como respuesta a ello, para protegerse de los asedios de españoles, franceses e ingleses, se construyó una línea defensiva de fortalezas, diques y canales durante el siglo XVII.
Por ello, a raíz de la restauración de este límite defensivo, es cuando este estudio interviene con el diseño de este puente que queda ubicado en uno de sus fosos, Fort de Roovere. Llama la atención, como a diferencia de las pasarelas convencionales que se elevan por encima del cauce, Moses Bridge se ha instalado como una línea divisoria que abre el canal dejando al peatón casi a ras del agua (910 cm bajo el nivel de la superficie). Su composición se ha realizado utilizando Accoya (madera artificial patentada y creada a partir de coníferas) y angelim vermelho (árbol tropical situado en la Amazonia brasileña), además se ha recubierto con una capa de EPDM, que permite protegerlo de los agentes atmosféricos y sus particulares condiciones ambientales.
Según RO&AD, la construcción de un puente resultaría contradictoria con la condición defensiva original. Por ello, los arquitectos, que no han querido romper el carácter infranqueable del umbral de agua, proponen una pasarela "invisible" e integrada discretamente en el paisaje.
El coste total de la estructura ha sido de 250.000 euros.
Fuente: ro-ad.org